El deporte y la actividad física son esenciales para mantenerse sano, pero incluso en su caso se aplica la regla de que siempre es mejor no excederse. Deporte sí, en definitiva, pero en su justa medida y en las cantidades adecuadas.
Entrenar con demasiada intensidad, según un reciente estudio publicado en el 'Clinical Journal of Sport Medicine', podría comprometer el corazón y tener toda una serie de consecuencias perjudiciales para la salud.
Sí, pues, a la actividad deportiva regular pero no demasiado exagerada, sobre todo cuando existen condiciones especiales que desaconsejan el ejercicio excesivo.
El deporte y la actividad física son esenciales para mantenerse sano, pero incluso en su caso se aplica la regla de que siempre es mejor no excederse. Deporte sí, en definitiva, pero en su justa medida y en las cantidades adecuadas. Entrenar con demasiada intensidad, según un reciente estudio publicado en el 'Clinical Journal of Sport Medicine', podría comprometer el corazón y tener toda una serie de consecuencias perjudiciales para la salud. Sí, pues, a la actividad deportiva regular pero no demasiado exagerada, sobre todo cuando existen condiciones especiales que desaconsejan el ejercicio excesivo.
Según el estudio publicado en el "Clinical Journal of Sport Medicine", entrenar intensamente durante años puede provocar un aumento de la aparición de fibrilación auricular, sobre todo en sujetos de sexo masculino. Esto se observó sobre todo en personas que han participado en competiciones de ciclismo, atletismo o triatlón. Las personas que desarrollan fibrilación pueden tener un mayor riesgo de accidente cerebrovascular.
Dosificar la actividad física sería, en definitiva, la receta perfecta para obtener el máximo beneficio del deporte. Por el contrario, abusar de él puede acarrear toda una serie de dolencias que incluso podrían tener consecuencias lamentables. Hablamos de inflamación, estrés mecánico y metabólico, que podrían afectar sobre todo a los que ya no son muy jóvenes.
Si la actividad física es regular y no se lleva al exceso, puede fortalecer el corazón y aportar toda una serie de beneficios que no se detienen en el plano físico. No obstante, es conveniente someterse a revisiones periódicas, que pueden ayudar a diagnosticar cualquier arritmia cardiaca que, a la larga, podría causar graves daños. Los controles también son necesarios porque, a menudo, las arritmias pueden manifestarse inicialmente sin dar síntomas evidentes.
Los controles adquieren aún más relevancia en el caso de los sujetos mayores de 65 años que pueden presentar un cuadro clínico con uno o varios factores de riesgo tanto de enfermedad cardiovascular como de ictus. Se trata, en particular, de la obesidad o el sobrepeso, la diabetes mellitus, la presencia de enfermedades cardiovasculares, la hipertensión. También debe prestarse especial atención a los fumadores. Exagerar con la intensidad física, en estos casos, podría ser aún más peligroso.