La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado la voz de alarma sobre el peligro de la miopía, que se prevé que afecte a cerca del 50% de la población mundial en 2050. Esto se debe también a nuestro cambiante estilo de vida, que nos obliga a pasar muchas horas al día en interiores y frente a dispositivos electrónicos.
Aunque hoy en día la miopía es algo que puede corregirse en la mayoría de los casos, se ha demostrado que el aumento de casos tiene una fuerte correlación con factores tanto genéticos como, sobre todo, ambientales.
De hecho, cada vez son más los adultos jóvenes, o incluso adolescentes, que padecen este trastorno. Las intervenciones son cada vez menos invasivas y los tiempos de recuperación más cortos. A pesar de ello, la OMS da la voz de alarma para intentar frenar esta tendencia al alza.