Las hormigas no tienen nariz, pero eso no les impide olfatear el cáncer. Gracias a la abundancia de receptores olfativos en sus antenas, estos insectos poseen un increíble sentido del olfato y pueden utilizarlo para detectar tumores.
Una investigación del departamento francés del Oise , cerca de Senlis, ha revelado cómo la hormiga-fusca, común en el hemisferio norte, es capaz de detectar células cancerosas en el laboratorio.
El estudio lleva a algunas conclusiones bastante claras. Las hormigas de las colonias entrenadas pasaron un 20% más de tiempo cerca del olor del tumor. Un artículo publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences da cuenta de los resultados del estudio.
Las hormigas no tienen nariz, pero eso no les impide olfatear el cáncer. Gracias a la abundancia de receptores olfativos en sus antenas, los insectos tienen un increíble sentido del olfato y pueden utilizarlo para detectar tumores.
Los tumores cancerosos liberan versiones distintivas de unas sustancias químicas llamadas compuestos orgánicos volátiles que suelen estar presentes en fluidos corporales como el sudor y la orina y en el vapor del aliento. Según un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, las hormigas pueden olfatear esos compuestos en la orina.
Baptiste Piqueret, etólogo de la Sorbonne Paris North University y autor principal del estudio, ya sabía que las hormigas podían detectar los compuestos orgánicos volátiles que se propagan desde las células cancerosas. Piqueret y su equipo empezaron trasplantando tumores de cáncer de mama humano a ratones y dejándolos crecer. Una técnica llamada xenotrasplante.
A continuación recogieron orina de ratones sanos y con tumores. Colocando una gota de agua azucarada delante de la orina de los animales cancerosos, los investigadores entrenaron a las hormigas para que asociaran el olor de los tumores con una recompensa. Cuando el equipo retiró el agua azucarada, los insectos permanecieron alrededor del orín de los ratones cancerosos alrededor de un 20% más de tiempo que el de los ratones sanos porque buscaban una "golosina". Tres colonias intentaron aprender la asociación del olor de los tumores con una recompensa.
"Los análisis químicos confirmaron que la presencia del tumor modificaba el olor de la orina, lo que corrobora los resultados conductuales. Las hormigas detectan con fiabilidad las señales tumorales en la orina de los ratones y tienen potencial para actuar como biorregistradores del cáncer eficaces e incluso rentables."